A veces nos olvidamos de las etapas de la respiración, de su sonido e incluso del camino de ésta hacia la meditación.
El concepto de respiración pranayámica consiste en repetir el mantra soham, con la inhalación se repite mentalmente “so” y con la exhalación se repite mentalmente el mantra “ham”. Esta respiración tiene un sonido propio, la concentración se dirige exclusivamente a la acción de respirar. Ser consciente de como uno respira hace que sea más fácil entrar en la meditación o dhyana.
Cuando la persona inhala, no solo dirige la mente a la respiración, sino también a la parte más profunda del ser. Después se retiene el aire para para unir esa parte profunda al cuerpo, y al exhalar se devuelve la energía al universo, en un ciclo infinito y perfecto.
Las etapas de la respiración:
- La inhalación es la creadora de vida, crea la fuerza vital.
- La retención del aire es la protectora de la vida, protege la fuerza vital.
- La exhalación es echar la fuerza vital destructiva, lo que destruye al cuerpo por dentro (el vicio) para mejorar la esperanza de vida. La exhalación lenta protege la vida.
- La retención sin aire o en vacío es la conexión al yo profundo.
La práctica de pranayama se considera el yoga de la acción, la propiocepción del cuerpo (el conocimiento consciente e individual del cuerpo), de la mente y de la conciencia. La práctica consciente de la respiración nos lleva al camino del amor.
En yoga a la respiración se la considera el corazón de la práctica, sin energía no se puede conseguir nada en la vida. El prana o energía es la base de todo lo que existe.
Una respiración consciente es el camino hacia la salud holística, sus beneficios se notan desde la piel hasta lo más profundo del ser.